La BBC redactó un especial con Tammy Saunders, quien perdió la confianza cuando a sus 32 años sufrió una enfermedad que la hizo perder el rostro.
En la Navidad de 2013, Tammy fue a casa de su madrey festejó junto con su familia. Dos días después, había planeado viajar a Londre para visitar a su hermana y su familia, pero una ligera resaca la hizo posponer la fecha.
Pero lo que parecía un ligero dolor de cabeza para Tammy, se convirtió en su peor pesadilla.
Ese mismo día fue empeorando su salud, no podía tomar agua sin vomitar, lo que la hizo creer que se había intoxicado con la comida. No fue hasta que sus piernas y labios se entumecieron para que Tammy fuera al cuarto de su madre para comentarle, fue ahí donde su madre la miró y le gritó a su padrastro que llamara a una ambulancia.
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Dos horas después, Tammy se encontraba en coma, conectada a suero, monitores y máquinas para mantenerse con vida.
Después de 10 días, Tammy fue diagnosticada con septicemia meningocócica, una cepa de meningitis que ocasiona el envenenamiento de la sangre.
Pero no fueron todas las malas noticias, en su sangre también se encontró coagulación intravascular diseminada (DIC) que ocasionó que sus vasos sanguíneos se reventaran y sangraran bajo la piel, ocasionando hemorragias internas.
Las extremidades de Tammy fueron las más afectadas por la enfermedad, lo que provocaron una necrosis, lo que la hizo perder la mitad inferior de la nariz y la mayor parte de los labios. Grandes partes de las piernas, brazos, manos y pies tuvieron que ser extraídas para evitar la propagación, dejando marcas de cicatrices y quemaduras en la piel que sobrevivió.
Tammy pasaría cuatro meses en el hospital, donde se sentía segura gracias a que el equipo médico conocía su historia y la trataba amablemente. Pero ella sabía que al salir, su vida ya no sería igual.
Quien alguna vez fue una persona sociable y activa, ahora sólo salía de casa para las citas médicas.
"Era como si la antigua Tammy, de espíritu libre e independiente, hubiera muerto y en su lugar estuviera esta persona que casi no reconocía. No me gustó lo que vi", mencionó a la BBC.
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Los amigos de Tammy la motivaban, diciéndole que ella era la misma de siempre pero con la ventaja de haber pasado por algo terrible sin perder la sonrisa.
Al principio, las palabras "inspiradora" o "potente" le ocasionaron vergüenza, pero con el tiempo, descubrió que seguía siendo la misma y merecía ser feliz, por lo que acudió al programa de citas The Undateables de Channel 4 para personas con condiciones difíciles.
Estar en el programa le recordó que ella sigue teniendo esos puntos buenos y aunque contar su historia fue un proceso catártico, su personalidad es quien la hace sonreír.
Desde entonces, la vida de Tammy se ha visto envuelta de nuevos amigos, recibiendo felicitaciones de gente que no conoce y una colección de tuits conmovedores. Confirmándose una y otra vez que es una persona digna de ser amada.
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