A un año de la muerte del fiscal Alberto Nisman, aún no se concluye la causa de su deceso, las dudas siguen rondando; por un lado, la primera jueza que llevó el caso Viviana Fein, concluía en que se trató de un suicidio, mientras que la actual, Fabiana Palmaghini busca la presencia de un supuesto asesino.
Entre las incertidumbres que existen en torno al caso, es que no se conoce con exactitud la hora de la muerte, la versión oficial asegura que el deceso se produjo entre las 08:00 y las 10:00 am (hora local) del 18 de enero de 2015, mientras que la querella sostiene que "Nisman murió la noche anterior, alrededor de las 20:00 (hora local) del sábado 17 de enero", sostiene BBC.
Otra de las grandes dudas que enumera BBC es que según los resultados de la autopsia la mano derecha del cuerpo de Nisman sufrió "un espasmo cadavérico", un signo físico que surge después de apretar el gatillo de un arma. Por el contrario, los peritos de la querella sostienen que el "espasmo cadavérico" que supuestamente tuvo Nisman es "un estado de contracción muscular vital y voluntario en el momento de su muerte". Aseguran que sí hubo agonía, por la gran cantidad de sangre que perdió.
Lo cierto es que las manchas de sangre, cuentas bancarias en Estados unidos a las que solo algunos tenían acceso, el arma utilizada, la pólvora en las manos del fiscal, son dudas que aun, un año después, no han sido esclarecidas.
El Patagonico, afirma que "la expectativa está centrada, en el corto plazo, en las declaraciones de los custodios Armando Niz y Luis Miño. Están imputados por supuesto "incumplimiento de los deberes de funcionario público" porque debían cuidar a Nisman, y el fiscal apareció muerto. ¿Les pasó por ineptos o por Obediencia debida?"
Recientemente, el presidente Mauricio Macri recibió a las hijas del fiscal Nisman y se comprometió a "ayudar a esclarecer su fallecimiento y también el atentado contra la mutual judía que el fiscal investigó durante una década y por el que denunció a Cristina Fernández", informó El Nacional.
Alberto Nisman, investigaba el atentado a la mutual judía AMIA de 1994 que dejó 85 muertos convirtiéndose en el peor ataque de la historia en la Argentina. Días antes de su muerte, Nisman acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a otros funcionarios del gobierno de haber negociado con Irán para encubrir a los autores de ese crimen.
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