Diego González, un chico español de tan sólo 11 años, decidió quitarse la vida al arrojarse de una ventana desde el quinto piso de su hogar familiar, tras dejar una carta de despedida a sus padres en las que les explica que no soportaba ir más a la escuela.
Su madre encontró una nota en la habitación de Diego que decía "Mirad en Lucho", un muñeco del programa infantil Los Lunnis que tuvo desde bebé. Ahí fue donde se encontraba la carta de despedida que les había dejado.
"Lo más duro es no habernos dado cuenta de lo que sufrió el niño, fuimos ignorantes", dijo la madre de Diego en declaraciones al canal español C5N y agregó "Era un niño más bien solitario. A partir de los 9 años dejó de ir a los cumpleaños de los compañeros".
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Las autoridades españolas han descartado que se trate de un caso de "bullying" y la juez de Instrucción 1 de Leganés se dispuso a archivar la causa a pesar de la misiva del niño, y al testimonio de varios padres de familia que refieren problemas de acoso en el colegio donde asistía Diego.
"Sólo le pedimos a la magistrada que se ponga en nuestro lugar y que, al menos, investigue hasta el final", dice Carmen González, su madre. "En ese colegio están pasando cosas raras, y al menos hay que investigarlo", remarca su marido, Manuel.
De acuerdo al abogado de la familia Robinson Guerrero, cuando el cuerpo de Diego se encontraba en la morgue un forense acompañado de policías se presentó en el lugar para tomar muestras que pudieran conducir a abusos sexuales.
"Sin embargo, esas muestras no han sido analizadas jamás", afirmó Guerrero ante declaraciones del diario Mundo España.
Los hechos sucedieron el pasado 14 de octubre, pero los padres de Diego decidieron hacer público su caso porque la justicia no siguió la investigación y quieren que se sepa la verdad detrás del colegio.
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La madre del pequeño asegura que semanas antes del suceso, Diego le imploraba no ir al colegio, a lo que la madre lo dejaba quedarse con el abuelo donde el menor se relajaba. En enero de 2015, Diego se quedó afónico cuatro meses, según los médicos se debió a que el niño había sufrido un gran impacto.
El 13 de octubre, el último día de Diego en el colegio, cuando su madre lo recogió el niño exclamó: "Mamita, corre, corre, corre!". Sin embargo, no quiso contar lo que había sucedido.
La Carta
"Papá, mamá, estos 11 años que llevo con vosotros han sido muy buenos y nunca los olvidaré como nunca os olvidaré a vosotros. Papá, tú me has enseñado a ser buena persona y a cumplir las promesas, además, has jugado muchísimo conmigo.
Mamá, tú me has cuidado muchísimo y me has llevado a muchos sitios. Los dos sois increíbles pero juntos sois los mejores padres del mundo.
Tata, tú has aguantado muchas cosas por mí y por papá, te estoy muy agradecido y te quiero mucho. Abuelo, tú siempre has sido muy generoso conmigo y te has preocupado por mí. Te quiero mucho. Lolo, tú me has ayudado mucho con mis deberes y me has tratado bien. Te deseo suerte para que puedas ver a Eli.
Os digo esto porque yo no aguanto ir al colegio y no hay otra manera para no ir. Por favor espero que algún día podáis odiarme un poquito menos. Os pido que no os separéis papá y mamá, sólo viéndoos juntos y felices yo seré feliz. Os echaré de menos y espero que un día podamos volver a vernos en el cielo. Bueno, me despido para siempre. Firmado Diego. Ah, una cosa, espero que encuentres trabajo muy pronto Tata. Diego González"
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