Los hipopótamos que alguna vez pertenecieron al narcotraficante sudamericano Pablo Escobar aparentemente están sueltos en Colombia, prácticamente sin control.
Escobar construyó un zoológico para su hijo en la década de los ochentas; según un reporte de United Press International, los animales andan libres en el territorio de su rancho –Hacienda Nápoles en Puerto Triunfo de Colombia, el cual está cerca de 200 millas al noroeste de la capital Bogotá – eran varios elefantes, jirafas y cuatro hipopótamos.
Luego que Escobar fue asesinato por la Policía Nacional Colombiana en 1993, los elefantes y jirafas terminaron en varios zoológicos en todo el país.
Aún así en los últimos 21 años, han dejado a los hipopótamos que anden libres procreándose. Y ahora, hay más que los cuatro originales de la especie llamada por los griegos “caballos de río.”
Cuando el rancho de Escobar fue reutilizado como parque después de años de negligencia, los programas ambientales locales asumieron responsabilidad por el mantenimiento y por los hipopótamos descubiertos que estuvieron reproduciéndose por los últimos veinte años.
Los funcionarios afirman que el parque ahora alberga un estimado de 50 o 60 hipopótamos, aunque los reportes locales sugieren que la población de esta especie ha alcanzado mucho más de los límites del zoológico.
Carlos Valderrama, un conservacionista junto con el grupo local Webconserva, declararon a la BBC que algunos locales se llevaron una sorpresa al toparse cara a cara con un hipopótamo en un río cercano.
“Ellos encontraron una criatura en el río que no habían visto nunca antes, con pequeñas orejas y grandes bocas,” afirmaron. “Todos estaban diciendo, ‘¿Cómo es que hay un hipopótamo aquí’?... Comenzamos a preguntar y por supuesto todos ellos provenían de la Hacienda Nápoles.”
Valderrama y otros más discutían que la creciente población de hipopótamos, como muchas otras especies invasivas, amenazaban la biodiversidad de la zona, sin mencionar el área de la población humana.
Se estima que los hipopótamos matan un estimado de 200 personas o más al año.
Mientras tanto, las autoridades no tienen una clara respuesta para el problema del hipopótamo, el cual está empeorando pues las criaturas, viviendo en un ambiente considerado ideal para hipopótamos, continúan reproduciéndose.
Algunos han sugerido cercar a todos los animales sueltos y construir un mejor hábitat cerrado con bardas reforzadas. Eso, sin embargo, constaría al menos $500 mil, cantidad que los ambientalistas quieren invertir para proteger las especies nativas en Colombia.
Otros consideran que los hipopótamos machos deben ser matados.
Algunos zoológicos en el área han adoptado a los hipopótamos más jóvenes, pero los adultos continúan libres y, en algunos casos, merodeando en lugares públicos.
En una entrevista con la BBC, el novelista mexicano Juan Pablo Villalobos comparó el problema de los hipopótamos con el persistente problema de Colombia con el tráfico de drogas.
“Es como una señal de lo que está pasando en Colombia en los últimos 20 años,” afirmó Villalobos. “Y esta parte sigue presente, y los colombianos tal vez no sepan cómo lidiar con este recuerdo, con la herencia de Pablo Escobar.”
Como lo dijo Valderrama de Webconserva: “Todo por un capricho de un villano.”
