Entre forcejeos y reclamos, la cámara de Diputados de Brasil autorizó este domingo el juicio político para destituir a la presidenta Dilma Rousseff, lo que podría significar que la izquierdista del Partido de los Trabajadores (PT) estaría a punto de ser removida del gobierno tras 13 años de mandato.

Con un total de 367 votos a favor de un total de 513 diputados, el impeachment alcanzó los dos tercios requeridos para continuar con el proceso en contra de la presidenta Rousseff. Durante la votación de este domingo, 137 diputados se manifestaron en contra de la medida y siete se abstuvieron de emitir su voto, destaca la BBC en su portal web.

La solicitud de juicio político pasará ahora al Senado, y de aprobarse por mayoría simple, la presidenta Rousseff podría ser obligada a retirarse de su cargo hasta por 180 días hasta que concluya en juicio en su contra. En este escenario, el vicepresidente Michel Temer, quien pasó a la oposición se haría cargo de la presidencia de Brasil.

Según rescata el diario argentino La Nación, Temer y su socio, el presidente de la cámara de Diputados, Eduardo Cunha, ambos del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), son los primeros en la línea de sucesión en caso de que el Senado aparte a la mandataria de su cargo.

¿Por qué podría ser destituida la presidenta Rousseff?

La decisión de este domingo en la Cámara de Diputados es el resultado de una crisis que ha durado más de un año, tras las acusaciones en contra del Ejecutivo de maniobras fiscales en el cierre de 2014 y 2015, mismas que habrían servido para retrasar el pago de préstamos del Gobierno a pagos públicos.

De acuerdo con El Mundo, especialistas y juristas han destacado que estas operaciones permitieron al gobierno no mostrar a la sociedad brasileña que la situación fiscal era todavía pero de lo que decían las estadísticas oficiales en el año electoral de 2014.

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