Tener mascotas exóticas es una nueva tendencia que está tomando cada vez más fuerza en la sociedad; sin embargo, a pesar de los riesgos y advertencias por parte de expertos, personas fanáticas de los animales deciden tener en casa especies como víboras, reptiles u otra casa de animal no doméstico.
En redes sociales circula una historia en verdad aterradora, que si bien no se ha podido corroborar su veracidad, si ha llegado a impactar a la sociedad internauta, además de enviar un doble mensaje que nos hace reflexionar sobre el tipo de energías, personas o especies; de las que nos rodeamos.
Esta es la historia de una mujer que tenía una cobra como mascota.
Había una vez una mujer que tenía como mascota una culebra la que amaba mucho, la culebra creció siete pies de largo, un día dejó de comer después de varios días de querer alimentarla sin resultado, la llevo al veterinario, la mujer le explicó la situación y este le dijo "ya veo".
Déjame preguntarte algo: la culebra duerme contigo o a estado muy apegada a ti estirándose cada vez que estas acostada? Ella dice, si todos los días y me pone triste no poder ayudarla a sentirse mejor, el veterinario le dice señora su culebra no está enferma, se está preparando para comerte, se te pega todos los días para saber qué tan larga debe estar y no a comido para tener espacio para digerirla
La historia no está tan fuera de la realidad, además invita a reflexionar sobre el tipo de personas de las que nos rodeamos, a quienes no llegamos a conocer del todo y en cualquier momento podrían planear algo en nuestra contra, actos que por satisfacer sus propios deseos, intereses o necesidades, lleguen a matarnos, tal vez no físicamente, pero si en el alma.
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