Se advierten varios detalles: la pantalla describe una curvatura más pronunciada que la del Galaxy S7. No existe ningún botón en la zona inferior de la pantalla y la misma se extiende de lado a lado. Los bordes, o biseles, son mínimos.
En el lado izquierdo se aprecian los botones de subir y bajar el volumen y el de apagado. En el lado derecho resalta un botón adicional (podría ser para activar la cámara).
En el costado derecho del área superior vemos la cámara frontal, acompañada de un flash led. En el costado izquierdo se ve un sensor que, se presume, es el de iris.
Si no existe botón en la parte frontal, existen dos posibilidades: el sensor de huellas se incorporó en la pantalla o fue puesto en la parte trasera.
Entre otros detalles, Evan Blass afirma que se lanzarán dos modelos: uno de 5,8 pulgadas con resolución QHD y otros de 6,2 pulgadas, también QHD. Ambos contarán con tecnología Super Amoled.
La cámara de la versión Plus será de 12 MP con tecnología Dual Pixel. No contará con doble sensor. El lente frontal será de 8 MP. Equipará 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento. El procesador sería el Qualcomm Snapdragon 835.