El universo creado en la serie de ciencia ficción 'Black Mirror' parece estar cada vez más cerca de hacerse realidad. Implantes cerebrales para aumentar la inteligencia, sexo con robots, escudos para evitar el hackeo del pensamiento, ciberataques que pondrán en riesgo la vida humana. Así es el mundo que la compañía de seguridad informática Kaspersky Lab imagina para 2050.
La firma presentó en el marco del Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona, España, la plataforma Earth.2050, una página web en la que futurólogos, artistas y científicos predicen y representan en imágenes cómo serán el mundo, la tecnología y las ciberamenazas en 2030, 2040 y 2050.
El experto Ian Pearson afirmó que en 33 años, la existencia de lentes inteligentes de contacto y la realidad virtual permitirán cambiar el aspecto de las personas con las que nos cruzamos: podremos percibirlas como más guapas de lo que en realidad son.
Kaspersky Lab cree que habrá un estado de identificación y vigilancia constante en las calles, lo que fomentará que los humanos preocupados por su privacidad porten máscaras para convertirse en ciudadanos anónimos e irreconocibles. Habrá carros autónomos -esta predicción es la más realista de las presentadas-, médicos robots, aprendizaje durante el sueño, gobiernos en los que colaboren humanos e inteligencias artificiales. Y, quién sabe, quizá podamos guardar el conocimiento de nuestra mente cuando nuestro cuerpo muera.
Pearson y el analista de Kaspersky Lab Stefan Tanase hablaron también del futuro "Homo Optimus", un ser humano mejorado -con más inteligencia y capacidad extrasensorial- gracias a implantes cerebrales y a una conexión orgánica a internet.
La empresa sostiene que no se trata únicamente de un ejercicio creativo, sino de un "mosaico variado de ideas y conceptos" con el que espera anticiparse a futuros escenarios en los que robots e inteligencia artificial camparán a sus anchas.
"En 2050 los ciberataques pondrán en peligro directamente la vida humana", aseveró Tanase. Los anunciantes y las empresas querrán invadir nuestro espacio vital, expuesto debido a esa conexión permanente. Ante ese panorama, será necesario crear un escudo "cortafuegos" que proteja de la invasión del exterior, pero que permita asimismo al usuario controlar qué información comparte con el mundo: "No querrás que la gente lo sepa todo de ti", apuntó el futurólogo.
Impedir que otros desactiven nuestra consciencia o que accedan a nuestro pensamiento serán algunos de los retos de la ciberseguridad si ese mundo distópico dibujado por Kaspersky Lab se convierte en realidad.