Es mucho más que descargar películas en un par de segundos. La razón por la que el 5G, un término que alude a redes inalámbricas de quinta generación, se tomó la agenda de la versión 2017 del Mobile World Congress (MWC) de Barcelona es que trae consigo la promesa de una red más rápida, más inteligente y prácticamente omnipresente.
No existe siquiera un acuerdo en cuanto a cuáles serán los estándares de esta nueva generación de redes. Dependiendo de a quién le pregunte, usted puede soñar con cuatro, cuarenta, cien o hasta más veces la velocidad 4G actual. Pero, además de la velocidad efectiva de transmisión, la nueva red promete mucha menos latencia (la suma de los retardos en la red), con lo que la percepción de quien opera un dispositivo será la de una red que responde a sus deseos casi de inmediato.
Por eso es que la promesa del internet de las cosas no es realizable sin redes 5G. El volumen de datos que habrá que mover y la necesidad de una respuesta casi inmediata de la red hacen que mucho de lo que se plantea hoy sencillamente no sea posible sin una red más rápida.
En un mundo 5G usted no necesitaría sacar el celular para seguir un mapa. Las 'suelas inteligentes' de Lechal son capaces de guiar al usuario por una ruta mediante vibraciones. Por ejemplo, si debe doblar a la izquierda, sentirá un suave movimiento en ese lado de su pie. Integran una batería que dura hasta 15 días y también son útiles para tener un seguimiento de su entrenamiento.
Piense más allá de los electrodomésticos en su casa: la firma china Huawei, por ejemplo, está trabajando mediante su programa X Labs en redes inalámbricas para supervisar los vuelos de los drones en tiempo real. Para ello, busca desplegar antenas que permitan optimizar la señal de GPS y de esta manera los vehículos no tripulados podrán recibir datos de posicionamiento a través de un sistema inalámbrico. De hecho, Huawei asegura que mediante este método también será posible llevar carga en los drones y aumentar el tiempo de vuelo de estos aparatos.
Esta empresa también está desarrollando tecnología enfocada en aplicaciones de realidad virtual y aumentada, sistemas de cámaras inteligentes y desarrollos en robótica, todo soportado en la nube.
Carros autónomos
Otra promesa del 5G es la de los vehículos conectados: pagar la gasolina desde el panel de instrumentos de un Jaguar, recibir previsiones de tráfico y recomendaciones de restaurantes a través del asistente numérico de un simulador Seat ya no son conceptos sino realidades en los laboratorios de las empresas tecnológicas.
El vehículo conectado, que muchos describen como un teléfono inteligente sobre ruedas, abrirá la puerta a múltiples aplicaciones y, en el mediano o largo plazo, a urbes cruzadas por autopistas llenas de carros sin conductor. No obstante, los obstáculos siguen siendo numerosos.
"Los vehículos conectados plantean un serio problema en cuestiones de ciberseguridad", aseguró Jeff Massimilla, encargado de ciberseguridad en General Motors en un debate del MWC. El mayor temor es que alguien pueda tomar el control de un vehículo conectado pirateando su sistema informático como haría con un computador.