Si bien se sabía que algo le pasaba a Antonio Banderas por sus constantes visitas al hospital, nada hacía vaticinar la realidad. "Sufrí un ataque al corazón el 26 de enero", ha confesado finalmente el artista durante su intervención en el Festival de Cine de Málaga en España, donde le entregan el premio por toda una vida.
En su tierra natal ha hecho conocedores a los medios y a sus fans del duro momento de salud que sufrió comenzando 2017. En sus propias palabras, fue un infarto benigno que no ha dejado huellas ni daños.
"Me sometí a una intervención en la que se me implantaron tres stents en las arterias coronarias, y como sufría arritmias desde hace tiempo me sometí a una termoablación, pero no ha sido tan dramático como se ha escrito", explicó el actor español.
A sus 56 años, Antonio tiene claro quién es el culpable de este susto de salud. Según él mismo indica, se debe a una "paliza importante" que ha dado a su cuerpo y su mente en los últimos casi 40 años. Desde que comenzara en el mundo de la actuación ha sido un no parar y el cuerpo le ha avisado.
El ex de la actriz estadounidense Melanie Griffith asegura estar bien y haber aprendido de esta experiencia. Seguir disfrutando de la vida a un paso menos frenético es el objetivo.
Su última visita médica ha sido una "puesta a punto" en la que todo ha resultado estar bien.
Totalmente recuperado, Antonio ya tiene puestos sus ojos en un nuevo proyecto, eso sí, sin prisas y con calma. Se trata de la nueva película en la que interpretará a su paisano Pablo Picasso durante el proceso de creación de su obra Guernica. Lo hará a las órdenes del director español Carlos Saura y con la misma ilusión de siempre.