El tribunal aceptó la tesis de la defensa de Rousseff, según la cual, el plazo para presentar sus últimos alegatos era de cinco días, y no de dos como había establecido la corte. También aceptó la necesidad de que sean escuchados nuevos testigos. Entre ellos, será citado el exministro de Hacienda Guido Mantega, sospechoso de haber negociado donaciones irregulares para la campaña de 2014 con el grupo Odebrecht, lo cual ha sido solicitado por la defensa de Rousseff.
La aceptación de esas demandas abre un paréntesis en el juicio, que quedará en suspenso al menos hasta la próxima semana, cuando vencerá el nuevo plazo para la presentación de los alegatos finales de las defensas, aunque en medios jurídicos ya se calcula que sólo será retomado en mayo.
En este proceso, el Tribunal Superior Electoral, fundado en 1932, sienta por primera vez en el banquillo a los miembros de una fórmula que ganó unos comicios presidenciales.
Catalogada como Acción de Investigación Judicial Electoral (Aije) 194358, la demanda se refiere a supuestas "donaciones" recibidas por Rousseff y Temer para la campaña de 2014, cuando fueron reelegidos, que habrían salido de la red de corrupción que operó en Petrobras, concretamente, en el grupo Odebrecht, implicado en esa trama.
Según confesó Marcelo Odebrecht, expresidente de la empresa, su grupo donó para la campaña de Rousseff y Temer en 2014 150 millones de reales (unos 48 millones de dólares) y al menos una tercera parte de ese dinero tuvo origen en la corrupción.
Rousseff y Temer ganaron las elecciones, que la pusieron a ella al poder y a él, en la vicepresidencia, aunque la mandataria fue destituida por irregularidades fiscales en agosto pasado y el actual gobernante heredó el mandato que ahora puede perder, lo que llevaría a una elección indirecta en el Congreso.