Según medios locales, Cristea estaba en Londres para celebrar el cumpleaños de su novio.
Steve Voake, un hombre de 55 años, acudió al puente de Westminster poco después del atentado. Vio al menos dos cuerpos tendidos en el suelo y, cuando miró hacia el río, vio «otro cuerpo flotando en el agua y con sangre a su alrededor», aseguró al diario británico «The Guardian». La joven fue rescatada esa misma madrugada, a las 2.49 (3.49 hora española). No se sabía si había saltado de forma voluntaria, presa del pánico, o había caido. Un vídeo de la cadena de televisión BBC captó el momento en la muchacha se arrojaba a las aguas del río, pocos segundos depués de que el coche que utilizó el terrorista, un Hyundai gris, atravesara el puente de Westminster a toda velocidad, subiéndose a la acera y llevándose por delante a decenas de peatones.
El embajador de Rumanía en Reino Unido, Dan Mihalache, informó a través de la cadena Realitatea TV de que Cristea se encontraba en estado muy grave: tenía heridas en la cabeza y sus pulmones estaban muy dañados.