El miedo vuelve a sacudir San Bernardino. Dos personas adultas murieron este lunes en un tiroteo en una escuela primaria en la ciudad californiana, según anunció la policía. Los primeros indicios apuntan a que la persona que abrió fuego se suicidó, pero se desconoce si es una de las dos fallecidas confirmadas. Otras dos personas han sido trasladadas a un hospital por heridas de bala y se desconoce cuál es su estado.
El ataque llega al año y medio de que una pareja de simpatizantes yihadistas matara a 14 personas en un centro social de San Bernardino, al este de Los Ángeles.
De los pocos detalles que han trascendido es que el tiroteo tuvo lugar dentro de un aula de la escuela Northpark. "Creemos que el sospechoso ha caído y no hay ninguna amenaza futura", anunció en Twitter el sheriff Jarrod Burguan. "Las operaciones policiales continúan para asegurar la zona. Sin embargo, creemos que la amenaza ha caído".
La violencia armada convierte a EE UU en una anomalía en el mundo desarrollado. Cada día, 89 mueren personas mueren por disparos de armas de fuego, según un promedio de la Campaña Brady. Con 321 millones de habitantes, se calcula que hay al menos unas 270 millones de armas de uso privado, un derecho amparado por la Constitución. Es la proporción más alta del mundo: nueve armas por cada diez ciudadanos.
Tras cada tiroteo masivo, crecen las voces que piden restringir la venta de armas, pero todos los intentos de reforma en los últimos años han fracasado por el temor de que pudieran limitarse libertades y por la presión de la industria armamentística.