First Posted: Jun 04, 2013 10:56 AM EDT

Andrés Antonio Castillo García

Como cada año, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), publicó su "Índice para una Vida Mejor", el cual busca medir el bienestar y el progreso basado en 11 dimensiones - vivienda, ingresos, empleos, comunidad, educación, medio ambiente, gobernanza, salud, satisfacción de vida, seguridad, y equilibrio entre lo laboral y la vida -. Dicho índice es de percepción, es decir, los aspectos citados son evaluados por los ciudadanos de los países miembros de la OCDE en su página de internet.

Pues bien, México al formar parte de dicha Organización fue incluido y evaluado en este índice y los resultados podrían ser catalogados como sumamente preocupantes:

Variable

Calificación de 0 a 10

Lugar (de 36 países)

Seguridad

0

36°

Último

Educación

0.7

36°

Último

Trabajo

3.9

35°

Penúltimo

Equilibrio Laboral-Calidad de Vida

2.9

35°

Penúltimo

Vida en comunidad (cooperación)

1.2

35°

Penúltimo

Ingreso

0.6

34°

Antepenúltimo

Elaborado con datos de la OCDE, para ver la tabla completa, por países y por variables, véase https://www.oecdbetterlifeindex.org/

Como podemos observar, tanto en seguridad y educación México aparece en el último lugar, y en trabajo aparece apenas sobre Turquía, con calificaciones completamente reprobatorias, las cuales están lejos del promedio de la OCDE. El gobierno mexicano debe tomar en cuenta este tipo de resultados, ya que es una medición de la percepción según los ciudadanos de cada país, y no hay mejor indicador que refleje las necesidades de una nación que la opinión de sus habitantes.

Educación y trabajo son justo las variables que necesitan más compromiso por parte del gobierno, y son exactamente en donde se están enfocando las reformas Laboral y Educativa, no obstante estas deberían ser integrales, es decir se debieron elaborar tomando en cuenta las opiniones de todos los frentes afectados, es decir, con la sociedad, el gobierno y el sector empresarial.

Es con educación como se pueden enfrentar estos problemas a largo plazo, una persona formada con educación de calidad encontrará más fácil trabajo en el país o fuera del mismo y en consecuencia no preferirá dedicarse a actividades delictivas, con lo que aumentará el empleo y bajarán los niveles de inseguridad del país. Es por ello que se necesita subir la calidad y el nivel de educación del país, ya que en México, solo 3 de cada 10 personas concluyen la secundaria, mientras que el promedio de los países de la OCDE, son 7 de cada 10 los que concluyen dicho nivel educativo; y no solo son los años de educación los que afectan la productividad laboral, sino la calidad con la que fue impartida, y de eso da cuenta la prueba PISA, con el cual la OCDE - mediante la evaluación de Matemáticas, Ciencias y Habilidad Lectora - busca medir el grado en el que los estudiantes manejan competencias básicas para la vida en la sociedad actual y los resultados hablan por sí mismos, mientras el promedio de la Organización es de 495 puntos, México ronda por los 420 puntos.

En cambio, con una reforma laboral como la aprobada hace medio año en el país, solo se está abaratando la mano de obra pero no se ofrece una mano de obra de calidad, lo que no puede incentivar la inversión hasta su potencial y por ende tampoco a la economía nacional, tal como lo haría una reforma educativa de calidad; y esto se ve reflejado en el índice de "equilibrio laboral-calidad de vida", donde nuevamente México se encuentra en penúltimo lugar y nos indica que la población que trabaja en el país no se siente satisfecha con la remuneración recibida por su trabajo, es decir, se trabaja mucho para el salario que se recibe, y el trabajo en exceso es una constante para el mexicano, cosa que debe cambiar para aumentar la productividad y efectividad del empleo.

Por último es de resaltar la calificación de México en la variable de satisfacción de vida, donde se ubica en décimo lugar con una calificación de 8.5, solo por debajo de países como Holanda, Canadá y Suiza. Es decir, a pesar de los problemas ya mencionados con anterioridad, se tiene una alta satisfacción de vida, según la OCDE, 8 de cada 10 mexicanos dicen tener más experiencias positivas que negativas en un día normal. En un principio podríamos pensar que dicho indicador podría ser aún más alto si se afectan los indicadores ya mencionados, no obstante este podría bajar ya que una población educada se daría cuenta aún más de las deficiencias y errores de su país y exigiría una mejora, es decir, dejaría de ser conformista; como prueba de ello podemos observar que los alemanes, estadounidenses o australianos, quienes salieron altos en otros índices, en este salen por debajo de México.

Como ya se comentó, la elaboración de este indicador resulta muy útil, ya que permite ver el desarrollo de los países  por variables distintas a la ya tradicional usada del PIB y desde un punto de vista de la población, no obstante, puede resultar hasta cierto punto parcial debido a que el nivel de ingreso de la mayoría de los países miembros de la OCDE supera por mucho al de México, y las perspectivas del país son distintas y distantes a la de países miembros de la OCDE que tienen ingresos hasta cuatro veces mayores al de México. Los datos más precisos y técnicos de esta publicación se pueden encontrar en la página de la OCDE: https://www.oecdbetterlifeindex.org/

@andrescastillo5  

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