Un capítulo más se ha abierto en la novela de nunca acabar tras el fallecimiento de la cantante Jenni Rivera en diciembre de 2012. El hermano de la diva de la banda, Lupillo Rivera, ha confesado que a una semana de que naciera su sobrina, la hija de Rosie Rivera, aún no ha tenido la oportunidad de conocerla, evidenciado la distancia que existe entre los hermanos; "Le mandé su carreola pero todavía no la conozco", señaló Lupillo en exclusiva para el programa de Univisión El Gordo y La Flaca.
A pesar de ello, se ocupó de aclarar que el problema lo tiene con sus otros hermanos, Juan y Gustavo, y no con Rosie, añadiendo que de sus hermanos no le interesa saber nada, según informó el mismo sitio web. Sin embargo, a pesar de las disputas familiares, Lupillo indicó que aún sigue con los planes de homenajear a su fallecida hermana: "Vamos a la Plaza de Toros México en octubre y vamos a rendirle homenaje a mi hermana pero para que nadie se preocupe no lo vamos a anunciar de esa manera".
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Las noticias que se gestaron alrededor del nombre de la fallecida cantante pasaron por todos los sabores, desde las más amargas hasta las más honrosas: las declaraciones de su hija señalando cierto abandono por parte de su madre, las peleas de sus familiares, los escándalos de su ex esposo; pero también el cariño y el recuerdo de sus fans y la construcción de un paraje turístico en el lugar de su muerte para honrarle tributo a su memoria. Alrededor de Jenni se han gestado un sin fin de emociones y acciones, lo que demuestra una vez más, el gran respeto que inspiraba su figura.
La disputa entre los hermanos comenzó a los pocos meses del fallecimiento de Jenni, cuando en el mes de marzo la policía debió intervenir en una pelea a golpes que se desató entre Lupillo y Gustavo, que terminó con Gustavo en la carcel, quién además de trenzarse a golpes, atacó el vehículo de Lupillo con un bate de Baseball.
