First Posted: Dec 26, 2013 11:41 PM EST

En momentos en los que el tema de la eutanasia asistida ha vuelto a tomar relevancia en las discusiones públicas en los Estados Unidos, el caso de una hispana embarazada que permanece conectada a un respirador artificial en Texas ha llamado la atención de los medios, ya que su esposo asegura que luchará por desconectarla.

Erick Muñoz, un residente hispano de Dallas, dijo a la NBC que los médicos declararon la muerte cerebral de su esposa, Marlise Muñoz, el pasado 26 de noviembre cuando aparentemente sufrió una embolia pulmonar. 

Desde entonces, Marlise, de 33 años, permanece en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos del Hospital John Peter Smith en Fort Worth, Texas, inconsciente y conectada a un respirador a pesar de haber expresado en vida que ella no deseaba ser sostenida artificialmente.

"Habíamos hablado de ello. Ambos somos paramédicos y hemos visto casos así en el pasado. Por eso sabíamos que nunca queríamos estar conectados a una máquina para vivir", aseguró Muñoz a la cadena de noticias CNN.

A pesar de los esfuerzos realizados por Erick Muñoz para respetar la última voluntad de su esposa, la situación no podría ser más complicada. Al momento del accidente, Marlise tenía 14 semanas de embarazo, por lo que las leyes de Texas no autorizan retirar el respirador artificial para preservar la salud del infante.

De acuerdo con la normatividad del estado de Texas, aún cuando una mujer embarazada tenga un DNR (una orden de "No resucitación", Do not resuscitate), no puede ser retirada de un tratamiento para prolongar su vida de manera artificial, según relató la madre de Marlise, Lynne Machado a la NBC News.

"Los médicos nos dijeron que incluso si una mujer embarazada tiene un DNR o un testamento en vida, la ley  lo puede dejar sin efectos. Por lo que cualquier mujer embarazada debe mantenerse con soporte vital debido al feto. Nunca habíamos oído hablar de esto y queríamos obtener la información que hay. Ninguna familia debería tener que pasar por esto. Ha sido un verdadero infierno", aseguró Lynne.

Y es que la principal preocupación de la familia de Marlise es que el feto pueda haberse visto afectado en el momento en que ella sufrió una embolia pulmonar, ya que no hay seguridad de cuánto tiempo permaneció sin oxígeno ni nutrientes vitales. Preocupación que se hace más fuerte al paso de los días ya que los médicos no han brindado información específica sobre la condición de la paciente, mientras que han confirmado que seguirán las leyes del estado.   

 La familia Muñoz tendrá que esperar hasta que el feto, ahora de 18 semanas de gestación, cumpla la semana 24 para que los médicos puedan verificar cuál es su situación médica exacta  y determinar cuál es el curso de acciones a seguir. 

Ver el VIDEO difundido por ABC.

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