La ciudad de París ha tomado una nueva medida para reducir la contaminación visual y medioambiental que produce arrojar una colilla de cigarro a la calle, esta multa costará unos 68 euros.
La medida fue introducida por el ayuntamiento de la capital francesa para también mejor la apariencia de las calles y no solo es para los fumadores, sino también para cualquier persona que arroje desperdicios como gomas de mascar. Asimismo, esta campaña se une a la de fomentar el uso de bicicleta a través de incentivos económicos.
Se indica que este tipo de residuos tienen graves consecuencias en el medio ambiente, ya que, por ejemplo, una colilla tarda entre cuatro y 12 años en desaparecer. Además que las mismas llegan al sistema de alcantarillas contaminando el agua y las que quedan cerca de la naturaleza..
Mao Peninou, la alcaldesa, declaró que "Paris no es una ciudad sucia, sino una ciudad ensuciada", cita El Mundo. Asimismo, añadió que "las sanciones pretenden responsabilizar a los ciudadanos y a los visitantes con el objetivo de que se conviertan en los actores principales de la limpieza de París".
A partir de septiembre se iniciaron con simulacros para informar a la gente sobre la nueva implementación multiplicando campañas de sensibilización y pidiendo la colaboración de restaurantes.
Mientras tanto, el sitio Milenio agrega que se colocaron ceniceros en puntos clave como delante de edificios de oficina, mesas de bares y demás lugares donde fumar está autorizado. Fueron instalados 30.000 accesorios para apagar los cigarrillos y distribuidos 15.000 ceniceros de bolsillo, señala El País.
Datos relevantes afirman que cada año se recogen 350 toneladas de colillas las cuales corresponden a 350 millones de cigarros.
Fumar es una de las actividades más difundidas y cual sea la razón de los consumidores, se ha convertido en uno de los vicios más difíciles de erradicar.
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