Generalmente las personas quieren que sus hijos sean lo más correcto posible, evitando sobre todas las cosas las malas palabras.
Pero, ¿qué pasa cuando los niños apenas empiezan a hablar y las palabras les cuestan un poco de trabajo y sin querer se convierten en malas palabras?
No puedes dejar de ver como este pequeño trata de decir "Gracias" y simplemente lanza algo muy lejos de su propósito.