El aumento en la población hispana que habita en Estados Unidos terminará por marcar el rumbo que tomará el país en sus relaciones con el resto de las naciones del continente, en especial con México, según las conclusiones de un reciente estudio realizado por el Center For American Progress de EE.UU (CAP por sus siglas en inglés) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de México.
Una reseña del documento publicada por Fox News Latino apunta que en suelo norteamericano viven aproximadamente 55 millones de latinos, es decir, alrededor 18% la población total. Pero eso no es todo: de dicho porcentaje, se estima que el 66% proviene de México, mientras que el resto se divide entre todos los países de Centro y Sudamérica, sin que ninguno aporte más del 10%.
Aún con medidas anti-inmigrantes y el reforzamiento de las fronteras, el análisis proyecta que el cruce de indocumentados aumentará gradualmente. Tan sólo para los próximos 30 o 40 años, se espera que 100 millones de personas atraviesen el límite fronterizo México-Estados Unidos.
Este aumento en el número de la población latina, afirma el estudio, se verá reflejado en la economía de los Estados Unidos. Las ganancias que producen son tan significativas que por sí solas ascienden a 1.2 billones de dólares, números que, de existir un país conformado exclusivamente por latinos, lo colocaría como la economía 25 a nivel mundial.
De igual forma, el estudio destaca que su peso político les ha valido ser tomados considerados en los discursos de los diversos aspirantes aun cargo público, y no es para menos. En las elecciones presidenciales de 2012, en las que resultó triunfador Barack Obama, el voto latino sumó 11 millones de sufragios, y para el 2040, se estima que alrededor de 40 millones de latinos emitan su voto.
Este conjunto de datos invita a replantear la relación que tiene el gobierno con el sector demográfico con raíces latinas, coincidieron Michael Werz y Dan Restrepo, integrantes del CAP. En declaraciones retomadas por el portal noticioso Chron, los especialistas expusieron que rumbo al futuro, México y Estados Unidos recorren caminos paralelos, situación que desde su perspectiva es "un proceso que tiene sus retos, pero presenta enormes oportunidades."
Por su parte, Carlos Heredia, director del Programa del CIDE para el estudio de los Estados Unidos, manifestó que la ciudadanía y el gobierno mexicano deben reconocer la importancia que tienen los connacionales que viven en la nación abanderada por las barras y las estrellas para el porvenir el país.
"Los México-americanos y la población latina pueden y deben convertirse socios estratégicos en la construcción de un futuro en común con América del Norte" concluyó el funcionario.
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