Mientras que las palabras "prostituta infantil" recordarán a muchos a una joven Jodie Foster en su rol como una prostituta de 12 años en la película "Taxi Driver", esas escenas de pesadilla son una realidad para demasiados niños en Brasil durante la Copa Mundial.
El rol de Foster como Iris, que huyó de su hogar en Nueva York a los 12 años, prisionera de un proxeneta, sorprendió a muchos miembros de la audiencia, pero esa vida es una horrible y desafortunada realidad para muchos niños.
30 años después del rol de Foster, el tráfico sexual de menores aún es una crisis mundial. Y por más emocionante y unificante que sea la Copa Mundial en Brasil, también han mostrado la enferma verdad de esta crisis global.
En Brasil, las prostitutas infantil de hasta 11 años de edad caminan por la calle, buscando clientes potenciales. La historia de cada niña es diferente, pero el resultado siempre es el mismo.
No siempre es claro como los proxenetas conocen a estos niños, pero cualquiera que sea la historia, estos hombres las venden en las calles, y las visten para verse como alguien que vende su sexo.
Muchas veces son drogadas, y se les envía a las calles para ganar dinero.
Una prostituta en Brasil dijo a Channel 4 del Reino Unido, "10, 12, 13, 14, las toman de cualquier edad. Vienen y eligen una niña. Muchas de ellas lo hacen por necesidad. Por drogas o porque están drogadas. Ganan dinero para sobrevivir."
Algunas prostitutas infantiles escaparon de sus casas, y otras están ahí por necesidad para sobrevivir. En la mayoría de los casos, las niñas tienen un historial de abuso sexual, y las cicatrices son profundas.
En 2012, se estimó que hasta medio millón de prostitutas infantiles trabajan en las ciudades de Brasil. Autoridades Brasileñas citan que este número es tan grande porque Brasil tiene una reputación como lugar turístico sexual. El turismo sexual ha crecido en años recientes, y se le asocia con países en desarrollo con leyes sexuales más relajadas que otros países.
Con un flujo de 600,000 turistas de la Copa Mundial, es fácil asumir que el número de prostitutas infantiles ha incrementado para cumplir con la demanda.
Para combatir el problema, Brasil asignó un fondo de $3.3 millones de dólares para crear anuncios que informan a los turistas de las penas de tener sexo con un menor. Parece un esfuerzo mínimo para enfrentar el problema cuando se pesa contra los billones gastados en prepararse para la Copa Mundial, pero tal vez a Brasil no le importa este problema.
En uno de los anuncios, la ex estrella del soccer Gary Lineker dice, "La policía Brasileña será proactiva para encontrar y arrestar a cualquier criminal, y la policía en Gran Bretaña, Europa y Norteamérica también arrestaran y enjuiciarán a cualquier criminal cuando lleguen a su casa."
Es un recordatorio para obedecer las reglas, pero no se ha dicho mucho sobre su efectividad.
Fundamentalmente, el problema más grande en cuando al tráfico sexual de menores es que existe un mercado para ello. Si los consumidores pagan un alto precio por prostitutas infantiles, o si buscan los servicios de prostitutas infantiles, sin importar el precio, entonces los proxenetas del mundo proveerán a sus clientes con menores.
Esperemos que los anuncios que Brasil ha creado sean suficientes para proteger al menos a unos pocos niños del lado oscuro de la Copa Mundial.