Una mujer afroamericana se convirtió en un símbolo de la resistencia y de la lucha en contra del racismo, después de que se enfrentara a una manifestación de neonazis en su natal Estocolmo, Suecia.
Tess Asplund, una activista de 42 años de edad, regresaba a su casa cuando se encontró con una manifestación de neonazis, pero en lugar de huir, los enfrentó a todos simplemente interponiéndose en su camino con el puño en alto, como símbolo de resistencia ante el odio y la discriminación racial.
Asplund es una mujer afro-sueca, y en entrevista con The Guardian comentó que teme por el resurgimiento de los partidos de extrema derecha en Europa, por lo que su reacción fue "un impulso".
"Estaba tan molesta que tuve que ir a la calle. ¡Aquí, no! No pueden hacer eso", comentó la mujer al diario británico.
En av mina foton från nazistdemonstrationen i Borlänge. Noterar att den delas friskt just nu :) #svpol #fotose pic.twitter.com/qc3Y3brByK
— David Lagerlöf (@davidlagerlof) 3 de mayo de 2016
La activista se enfrentó a más de 300 uniformados declarados neonazis y antinmigrantes, y a pesar de que no hubo manifestaciones de violencia en su contra, ahora Asplund reflexiona que todo pudo haber acabado de manera diferente, además de tener sentimientos encontrados.
"Están muy molestos, pienso que tal vez no debí hacerlo, quiero paz. Pero trato de mantenerme calmada", destaca.
Asplund dijo que reaccionó debido a los recientes hechos de violencia y ataques en contra de las minorías que se han vivido en Suecia.
"Tengo amigos que han sido atacados y tuvieron que mudarse. Yo misma he recibido llamadas de noche amenazadoras. Es vergonzoso que tengamos este problema. La policía dice que somos un país democrático y pueden marchar. ¡Pero son nazis!", reclama Asplund.
Según rescata The Huffington Post, cuando se le preguntó si tuvo miedo por su seguridad, la activista contestó: "No, no tengo miedo de ellos. Estaba enojada. Si esto hace que la gente preste atención a la lucha contra el racismo y la xenofobia, qué genial".
La sociedad civil sueca está trabajando duro para resolver la crisis provocada por decenas de miles de refugiados de Oriente Medio y Asia que pidieron asilo en el país el año pasado, pero ha habido una serie de ataques incendiarios contra un campamento de refugiados, y el gobierno ha endurecido sus políticas de asilo.
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