Una joven de 20 años solicitó a las autoridades holandesas favorecerla con el suicidio asistido o eutanasia después de que los problemas psicológicos derivados de repetidas agresiones sexuales desde sus 5 años, fueran evaluadas por los médicos como irreversibles.
Desde que tiene memoria, esta mujer fue abusada sexualmente y por 10 largos años no pudo enfrentar el problema hasta la edad de 15 años.
A pesar de que la joven ha sido asistida con programas de atención médica, psiquiátrica y psicológica, los problemas derivados de las agresiones como: anorexia severa, depresión crónica, alucinaciones, estrés post-traumático y compulsiones; la mantenían en cama y, de acuerdo a los médicos, sin posibilidades de recuperación.
Ante su realidad, la mujer solicitó al gobierno de Holanda, donde la eutanasia es legal desde 2002, ser beneficiada con una muerte digna; solicitud que los legisladores consideraron prudente.
Tras meses de la muerte de esta joven, la noticia sale a la luz después de que la Comisión Estatal para la Eutanasia de Holanda, expusiera su caso como el primero de un suicidio asistido en una persona no con problemas físicos, sino psicológicos.
Las reacciones en el congreso de Gran Bretaña fueron referidas por Daily Mail. "Casi que transmite el mensaje de que si una persona es víctima de abusos y a causa de ellos desarrolla enfermedades mentales, se la castiga matándola, que el castigo por el delito de ser víctima es la muerte", declaró sobre el caso Robert Flello, diputado del parlamento británico.
"Es preocupante y aterrador que los profesionales de salud mental puedan considerar la eutanasia en cualquiera de sus formas como respuesta a las heridas complejas y profundas del abuso sexual", declaró al Daily Mail Nikki Kenward, del grupo en favor de los derechos de los discapacitados, Distant Voices.
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