Con la obsesión de desarrollar un cuerpo escultural, Daen Wharmby consumió anabólicos durante años, manteniendo una dieta de diez mil calorías diarias y ocho latas de bebidas energizantes, una dinámica que derivó en la destrucción de su hígado.
La dinámica de Daen Wharmby era la de mantener una dieta alta en carbohidratos y el consumo de bebidas energizantes, mientras que para mantener sus músculos se inyectaba esteroides, generando una reacción directa en su organismo, la función de su hígado y un deterioro en otros órganos que lo llevó a la muerte a la corta edad de 39 años.
De acuerdo a información referida por Daily Mail, Lisa Hashmi, médico forense, señaló que la causa de los tumores en el hígado de Wharmby fueron los anabólicos.
"La muerte de Dean y la pérdida de una vida tan joven en tales circunstancias debe enviar un mensaje muy claro para todos los fisicoculturistas. El uso de esteroides, que aparentemente es moneda corriente en todas partes, no está exento de riesgos", explicó la médica.
Antes de morir, Wharmby ofreció una entrevista a Daily Mail asegurando que su enfermedad era resultado de todo lo malo que había sembrado en su vida, optado por cambiar su dieta a una más estricta sin azúcar y carnes, además del consumo de medicina natural.
"Me negué desde el primer día. La razón principal por la que elegí lo natural por lo artificial fue porque quiero vivir. Yo no quiero morir", dijo.
En noviembre de 2014, ya estaba "conectado a cada máquina imaginable" y murió en julio de 2015.
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