First Posted: Jul 28, 2014 01:58 PM EDT

Mientras la administración del presidente Barack Obama y el sistema de inmigración de los Estados Unidos permanecen en el ojo público ante la crisis de niños migrantes que cruzan por miles la frontera sur, las acciones de México en el mismo ámbito han pasado completamente desapercibidas en los últimos meses.

Una investigación reciente realizada por el diario mexicano El Universal reveló que durante 2013, el gobierno de México deportó a más de 8 mil niños migrantes que viajaban solos y fueron aprendidos en su territorio.

Durante el mismo año, las autoridades mexicanas capturaron a 9,893 menores de edad, sin embargo, de este número sólo 50 lograron conseguir refugio en el territorio mexicano.

Diego Lorente, director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, dijo a El Universal que otros 8,350, un 84% de de los menores detenidos, ya fueron deportados a sus países de origen, mientras que el resto, mil 493, tendrían familiares con diversos estatus en el país, pero no reveló si un porcentaje de ellos intentó rescatar a los niños.

De acuerdo con el diario mexicano, en lo que va del año, al menos 7,600 menores de origen centroamericano han sido deportados de México, sin embargo, no existe un registro sobre el número de niños a los que se les negó un proceso de asilo previsto por la ley mexicana y cuántos de ellos fueron expulsados del país aun cuando sus vidas corrían peligro.

Desde octubre, más de 52 mil menores inmigrantes, la mayoría centroamericanos, han sido detenidos en la frontera sur de Estados Unidos y actualmente esperan un proceso para ser devueltos a sus países de origen. Desde entonces, organizaciones a favor de los derechos de los inmigrantes han criticado la postura del gobierno que pretende deportar a la mayoría de ellos, aun cuando hayan salido de sus hogares para evitar la violencia y la pobreza en sus países.

Pero en México, en lo que va de 2014, 6,400 niños fueron deportados a Honduras, 40% de ellos (alrededor de 3,200) viajaban solos y no se les dio información sobre el estatus de refugio al que por ley podían aplicar y esperar una resolución positiva o negativa por parte de las autoridades mexicanas.  

Carlos Flores, de Casa Alianza, en Honduras, organización que participó en el registro de los menores deportados,  dijo a El Universal "sólo a uno de cada 10 menores le dijeron en México que tenía derecho al asilo".

En Estados Unidos, los niños aprehendidos  en la frontera tienen un día en la corte, y deben permanecer en el país hasta que sus procesos concluyan,  mientras que en México no se les ofrece asistencia jurídica y son expulsados rápidamente sin que sus casos sean estudiados.  

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