First Posted: Jul 30, 2014 04:52 PM EDT

Cerca del 70% de los estadounidenses está de acuerdo en que Estados Unidos preste apoyo temporal y vivienda para los miles de menores centroamericanos que han abandonado sus países de origen para huir de la pobreza y la violencia que amenaza sus vidas, destacó un sondeo publicado este martes.

La encuesta realizada por el Public Religion Research Institute, cuyos resultados fueron publicados este martes 29 de julio, mostró que 69% de los estadounidenses encuestados cree que los niños migrantes deberían permanecer en Estados Unidos si las autoridades de migración consideran que no es seguro regresarlos a sus países, informó la agencia Reuters.

Mientras tanto, 27% de los consultados consideró que los menores deben ser deportados a sus países de origen, en tanto que un 42% expresó que los inmigrantes son una carga para el país porque, aseguran, toman puestos de trabajo disponibles para los norteamericanos así como recursos destinados para la vivienda y la atención en materia de salud.

Según rescata Reuters,  a principios de mes, sólo el 35% creía que los inmigrantes eran una carga para el gobierno norteamericano. De igual forma, en los sondeos de principios de mes, 55% de los consultados estimaban que los inmigrantes fortalecen al país, una cifra que en  la nueva medición bajó al 49%.

Desde el primero de octubre de 201, más de 57 mil menores no acompañados han sido detenidos al cruzar la frontera sur, por lo que cientos de almacenes y bases militares han tenidos que ser acondicionadas para convertirse en refugios temporales ante la asfixiante carga para los centros de procesamiento de la Patrulla Fronteriza, rescató Newsweek en su portal web.

Desde entonces, la situación ha sido aprovechada por los republicanos para exigir al presidente Obama mayor refuerzo en la frontera con México y ha sido calificada casi indistintamente como una crisis humanitaria.

Los resultados de la encuesta del centro Poll confirmaron que casi la mitad de los estadounidenses están al tanto de la situación. De los encuestados, el 43% dijo que la situación es un problema grave, pero no una crisis, en comparación con un 36% que estuvo de acuerdo en que, de hecho, lo es. 

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