Contrario a la sabiduría convencional - que enseña que el café actúa como un estimulante e interfiere con el sueño - tomar una taza de café podría ser el secreto a tener un descanso más rejuvenecedor, sugiere una investigación del Reino Unido y Japón.
CIentíficos han encontrado que tomar una llamada siesta de café, que involucra tomar café e inmediatamente tomar una siesta de 20 minutos, es una de las mejores maneras de despertar, según un reporte de University Herald News.
Dormir durante 20 minutos después de tomar café le da a la cafeína tiempo de trabajar sobre el cerebro. Sin embargo, más allá de simplemente pasar tiempo, la combinación siesta-café se basa en las ciertas maneras en que el sueño y la cafeína interactúan con una molécula en el cerebro llamada adenosina, que hace a la gente sentir sueño, según el reporte.
Después de que la cafeína se absorbe a través del intestino delgado y entra al torrente sanguíneo, cruza al cerebro.
La siesta de 20 minutos termina justo en cuanto entra en acción la cafeína y libera al cerebro de la adenosina, maximizando el nivel de alerta.
"La cafeína es un impostor impotente: enlaza con gusto, pero previene en lanzamiento del mensaje enviado por la adenosina. Tomar cafeína es como poner un ladrillo debajo de uno de los frenos del cerebro," dijo Stephen Braun, autor de "Buzz: The Science and Lore of Alcohol and Caffeine," citado por el reporte.
Los investigadores del Reino Unido descubrieron que cuando los participes tomaban una siesta de café de 15 minutos, cometían menos errores en un simulador de manejo que cuando simplemente se les dio café o tomaban una siesta (o se les daba un placebo sin cafeína).
El equipo científico determinó que los efectos rejuvenecedores de una siesta de café benefician inclusive a aquellos que reportan tener problemas para dormir y simplemente se quedaron medio dormidos durante la siesta de 15 minutos.
Otro estudio de investigadores Japoneses encontró que aquellos que toman una siesta de cafeína antes de tomar una serie de exámenes de memoria se desempeñaron mejor, comparados con aquellos que solamente tomaron una siesta.
